El Título 42: ¿Hasta cuándo?
Mayo sería la fecha en la que se terminarían las restricciones fronterizas para solicitantes de asilo, pero la mayoría de los estadounidenses apoyan la medida de que permanezca vigente por la pandemi
¡Hola! ¡Feliz lunes! ¿Cómo estás? ¡Feliz Día de las Madres! Espero que lo hayas pasado en familia, con mucho amor y cosa buena. Hoy arrancamos la semana con información de migración.
En mayo se podrían acabar las restricciones migratorias para entrar a Estados Unidos, pero el Título 42 sigue en un estira y afloja legal que no deja predecir una resolución certera pronto. Esta política impide la entrada y procesamiento de migrantes que solicitan asilo debido a la crisis de salud mundial. De acuerdo con una encuesta de CNN, la mayoría de los estadounidenses están en contra de que se acabe el Título 42 y creen conveniente esperar a que se termine la pandemia antes de que abran las fronteras a ese tipo de procesamientos migratorios.
En la Hora del Cafecito en la radio Onda 1190 entrevistamos a un abogado de inmigración que nos da más detalles de cómo está la situación en el debate migratorio y también charlamos con una activista y pastora que ayuda a esos migrantes una vez que cruzan la frontera por Arizona.
Gracias por leernos.
Te mando un apapacho,
Maritza L. Félix
Fundadora y directora de Conecta Arizona
☕🎙️ Inmigración: “El Título 42 va a terminar en mayo 23”, afirma abogado
El próximo 23 de mayo es un día clave en términos de política migratoria en Estados Unidos: ese día se resolverá si la Administración Biden pone fin a la política conocida como Título 42, que establece que los funcionarios fronterizos pueden expulsar inmediatamente, por motivos de salud pública, a los inmigrantes que ingresan a través de México y Canadá. “Yo pienso que sí va a terminar en mayo 23. No creo que (el presidente Joe) Biden, después de lo que se ha dicho y lo que se anunció, va a cambiar la posición”, afirmó a Conecta Arizona el abogado Andrés Hernández, especialista en inmigración.
El experto, en declaraciones al show de radio La Hora del Cafecito☕, consideró de todos modos que “va a haber una pelea en las Cortes” por el Título 42, en referencia a que la semana pasada un juez federal en Louisiana dijo que impedirá temporalmente el fin de esa política migratoria, que –según señaló CDC (Centros de Control y Prevención) en abril de este año- ya no es necesaria debido a las actuales condiciones de salud luego de la pandemia y en un contexto de disponibilidad de vacunas y tratamientos para el Covid-19. “Ya metieron la primera demanda y ya sabemos que, si lo paran el día 23, hay varios estados -incluyendo Arizona- que han dicho que van a poner una demanda para eso también”, indicó Hernández.
Mediante el llamado Título 42 (en referencia a esa parte del Código estadounidense), la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) prohíbe el ingreso al país de quienes “potencialmente representan un riesgo para la salud”. Desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, la entonces Administración Trump comenzó a aplicar esta política al invocar la necesidad de frenar la propagación del coronavirus.
Así, cientos de miles de inmigrantes fueron expulsados automáticamente al intentar ingresar (excepto los menores migrantes no acompañados), sin posibilidad de pedir asilo o de que su caso sea analizado por un juez de Inmigración, y quedaron varados en México, al otro lado de la frontera, con las dificultades que ello supone para el país vecino en términos económicos y sociales. Según CBP, desde marzo de 2020 se enviaron de regreso a México o a su país de origen a 1,7 millones de migrantes, la mayoría centroamericanos.
La medida se extendió varias veces desde 2020, pero ahora la Administración Biden considera ponerle punto final el 23 de mayo. “El problema es que están usando el Título 42 no para lo que debe de ayudar, pero nada más para excluir a extranjeros. Esto es lo que está pasando con los inmigrantes. Entonces, están usando el Título 42 pues para negar a la gente la entrada a Estados Unidos; es gente que necesita la ayuda de Estados Unidos”, señaló el abogado Hernández, entrevistado por Maritza L. Félix, directora y fundadora de Conecta Arizona.
El especialista, además, analizó los últimos cambios en la política migratoria estadounidense relacionados con las prioridades para la deportación, en el contexto de la seguridad nacional, fronteriza y pública, y que suponen modificaciones con respecto a las disposiciones llevadas adelante durante la Administración Trump, cuando la mayoría de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos calificaban -de una manera u otra- para ser considerados casos de alta prioridad. Además, analizó la situación de los refugiados ucranianos que, debido a la invasión de Rusia, llegan a Estados Unidos como inmigrantes.
☕ En medio de tantos cambios en la política migratoria, ¿qué podemos esperar con respecto al Título 42?
“Yo pienso que sí va a terminar en mayo 23. No creo que Biden, después de lo que se ha dicho y lo que se anunció, va a cambiar la posición. Lo que ya sabemos es que hay una demanda que viene de un juez de Louisiana que está diciendo que Biden no puede empezar a desarrollar el Título 42 todavía. Ya metieron la primera demanda y ya sabemos que, si lo paran el día 23, hay varios estados -incluyendo Arizona- que ya han dicho que van a poner una demanda para eso también. Entonces pienso que va a haber una pelea en las Cortes por el Título 42”.
☕ ¿En qué consiste el Título 42? Porque hay mucha desinformación al respecto. Básicamente es que no se puede entrar al país cuando se está solicitando un beneficio o una protección temporal del gobierno por razones de salud pública, ¿no? ¿Y qué es lo que incluye?
“Mira, ese es el problema con eso. Después de la Segunda Guerra Mundial le dieron a Estados Unidos el poder para excluir a extranjeros si piensa que va a haber algún riesgo para la salud de los ciudadanos residentes en Estados Unidos. Entonces, obviamente llegó el Covid y se usó el Título 42 para tratar de pararlo, (evitar) que se hiciera más grande, más fuerte. Para eso dijeron que lo iban a usar (al Título 42). Pero el problema es que están usando el Título 42 no para lo que debe de ayudar, pero nada más para excluir a extranjeros. Esto es lo que está pasando con los inmigrantes. Entonces, están usando el Título 42 pues para negar a la gente la entrada a Estados Unidos; es gente que necesita la ayuda de Estados Unidos”.
☕ Pero básicamente esto se está haciendo cumplir solamente con los latinoamericanos y centroamericanos, porque hay muchos ucranianos y rusos que sí están logrando cruzar la frontera. ¿Por qué? ¿En qué radica esta diferencia?
“Es un poco difícil hablar de esto, porque mira, el problema con eso es que, y lo quiero aclarar porque no quiero que se malentienda, que estoy diciendo que los problemas que la gente de México en Centroamérica, que no son problemas porque, porque yo trabajo en esos casos, sé que hay mucha violencia, que hay muchas cosas pasando, hay y todos los que han estado esperando por tanto tiempo sí debe de oír sus casos y deben de tratar de ayudar lo más pronto posible. Pero lo que hizo Estados Unidos de una excepción para las personas de Ucrania y para Rusia más bien pues lo hizo por lo que está pasando, por la guerra. Pienso que Estados Unidos tuvo que tomar esa decisión para ayudar a los (inmigrantes) de Ucrania y de Rusia por lo que está pasando, porque Estados Unidos ya está apoyando a Ucrania, está tratando de hacer todo lo posible para ayudar a gente que perdió su casa al instante (por la guerra) y cosas así. Ese es el problema, que Estados Unidos tiene que hacer esto y lo tiene que hacer porque todo el mundo está enfocado en esta guerra ahorita. Creo que (Estados Unidos) lo hizo de mala forma, creo que debería quitar el Título 42 al 100% y dejar que el proceso de migración haga su trabajo y que de verdad mire y trate de ayudar a la gente que sí necesita de Estados Unidos”.
☕ La semana pasada justo platicamos de eso con una organización sin fines de lucro aquí en Arizona, que ayuda con recursos a los solicitantes de asilo y a los refugiados una vez que cruzan Estados Unidos, porque sabemos que la migración no se termina el día que eres admitido e inspeccionado en una garita, sino que necesitan mucha ayuda luego. Sabemos que los ucranianos, por ejemplo, no tienen que apegarse al programa de permanecer en México, pero pues tampoco ya no pueden cruzar por los lugares por los que estaban cruzando, como por Tijuana, México. ¿Por qué hubo este cambio a la hora de manejar estos casos?
“En la frontera ya sé que hay muchos más que no nomás son mexicanos, toda esta gente… No sé qué distancia hay entre Ucrania y México, pero esa gente que viene de Ucrania viene de muy, muy lejos y pues México tampoco es su país, ¿verdad? Es muy difícil contestar esto, porque no estoy de acuerdo con lo que está pasando, pero tratando de explicar pienso no más en que esto es ahorita algo tan importante, está en las noticias, está por todos lados, que nomás (Estados Unidos) está tratando de ayudar en lo más pronto posible que puede a esas personas víctimas de la guerra”.
☕ Desde el lunes entró en vigor una nueva reglamentación con respecto a las prioridades de deportación, que cambiaron, porque ahora los fiscales de ICE, que es la agencia que se encarga de inmigración y las deportaciones, tienen la facultad de catalogar a los inmigrantes indocumentados que tienen un proceso abierto para ver en qué tipo de categoría están, si representan o no un riesgo para la seguridad pública, a la seguridad fronteriza o a la seguridad nacional de Estados Unidos. Son tres categorías que suenan muy parecidas, pero en realidad son diferentes. Algunas podrían ser si entraste después una deportación, otras si ya tuviste problemas con algún cargo de terrorismo, si has cometido algún crimen dentro del país o cuál es la potencialidad de que lo cometas. Esto no ha sido bien recibido por todo Estados Unidos: algunos grupos dicen que hay que permanecer con las prioridades de deportación que se instituyeron durante la Administración Trump. ¿Quiénes son ahora alta prioridad en deportación?
“Las altas prioridades van a ser las personas que tienen un crimen más serio. ICE ahorita tiene instrucciones de que todos los casos que no están involucrados en un crimen de droga o violencia doméstica o en algo sobre terrorismo o algo mucho más fuerte. Entonces ahora el DHS tiene mucha más discreción para poder decidir si es un peligro para Estados Unidos. Entonces obviamente si alguien está manejando y agarra un DUI, todavía te van a procesar, vas a estar en el proceso de deportación y todo eso, pero dependiendo de qué evidencias tienes, pues todavía es posible cerrar o terminar tu caso en la Corte. Algo que no se habla mucho y creo que es muy importante es que nos dan como abogados el poder para ayudar a nuestros clientes y terminar sus casos con la Corte. Pero lo que no está entendiendo mucha gente y pienso que es muy importante es que al terminar tu caso con la Corte cualquier permiso de trabajo o lo que tienes que te ayuda a trabajar también se va. Entonces si la Corte decide ‘ok, no está bien’, si no es una prioridad lo que está haciendo (el inmigrante), está terminando su caso para que ya no esté en la Corte, pero deja mucha gente sin poder trabajar, ¿verdad? Entonces es muy importante en estos casos, si tiene un caso en la Corte, que hable con su abogado y le haga todas estas preguntas porque hay mucha gente que necesita su permiso de trabajo para poder trabajar”.
☕ ¿Esto quiere decir que básicamente un agente de inmigración tiene la facultad de poder cerrar un caso sin que vayas a la Corte?
“Sí, es posible, sí pueden cerrar el caso. Lo pueden hacer si deciden que no es una prioridad, no piensan que es un peligro. Entonces sí es posible que nunca manden los cargos”.
☕ Ahora estamos viendo un aumento también del número de audiencias que hay en la Corte, que se paró por mucho tiempo. ¿Han notado como que ya se empieza a reactivar, porque nos hacían falta muchos jueces de inmigración, no había citas, no había audiencias y ahora como que poco a poco se empieza a mover, ¿no?
“Sí, poco a poco. Tengo casos por otros estados, ahorita tengo un caso en California como hace unos seis meses, pero todavía no lo cerraron sino nomás lo quitaron del calendario; todavía no han dado una nueva fecha. Todavía las Cortes tienen un montón de trabajo, pero sí, se están empezando a mover un poco los casos aquí (en Arizona). Lo que está pasando es que, antes de llegar a la Corte, abogados están empezando a mandar mociones para terminar los casos; entonces, a veces sin llegar a las Cortes estamos terminando los casos”.
☕🎙️ En Arizona, voluntarios asisten a migrantes con albergue temporal
La organización no lucrativa Capellanía Cristiana “Llamados a servir” ofrece en Arizona ayuda para los emigrantes que son liberados por las autoridades migratorias, y los asiste con ropa, comida y un albergue temporal, a la vez que los ayuda con las gestiones para que puedan contactar a familiares que los esperan en Estados Unidos. El trabajo es voluntario y beneficia a entre 400 y 450 personas por semana, precisó Magdalena Schwartz, directora de la Capellanía y pastora de la iglesia cristiana Vineyard en Gilbert, Arizona.
“Cuando el bus de Inmigración nos trae a esa gente, la recibimos con agua, una sopa caliente, café; con respeto y dignidad; se pueden bañar y cambiarse. Estamos proveyéndoles un momento temporal, los recibimos como seres humanos que han sufrido, que tienen historias increíbles. Hay familias que nos cuentan que, por ejemplo, han tardado un mes, dos meses para llegar a Estados Unidos. Trabajamos directamente con Inmigración, que nos deja las familias en nuestras iglesias”, explicó Schwartz, en declaraciones a La Hora del Cafecito☕, el show de radio de Conecta Arizona.
La asistencia la ofrecen desde octubre de 2018, en un trabajo junto al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que envía a las iglesias cristianas de la Capellanía a familias emigrantes para que no solo tengan un albergue temporal sino también para que reciban ayuda para contactar a familiares que las esperan en otras ciudades o estados. En la iglesia las asisten y acompañan luego al aeropuerto o la terminal de autobuses con boletos para viajar y reencontrarse con sus seres queridos. Las familias emigrantes son, en su mayoría, de Centro y Sudamérica.
En los próximos días, la probable anulación del llamado Título 42, la norma inmigratoria que impide el ingreso a migrantes en la frontera con México por razones de salud pública, “va a cuadruplicar” la cantidad de migrantes que lleguen a Estados Unidos, estimó Schwartz, por lo que pidió a la comunidad la donación de más recursos para atenderlos. “Vamos a necesitar el triple de ayuda. Con la cantidad de voluntarios que tenemos, que no son muchos, no damos abasto”, señaló, entrevistada por Maritza L. Félix, directora y fundadora de Conecta Arizona.
☕ ¿Qué pasa con los inmigrantes que, después de vivir en el lado mexicano en espera de que les den la oportunidad de entrar y presentar su caso de asilo en Estados Unidos, cruzan la frontera y se quedan? ¿A quién pedirle ayuda, dónde conseguir los recursos para continuar su travesía? Porque a lo mejor Arizona es simplemente un lugar de paso.
“En el 2018, 2019, cuando ICE tenía que liberar a estas familias, que ya venían con niños, no tenía instalaciones para mantenerlas; entonces tenían que dejarlas salir en 24 horas. Había dos opciones: llevarlas al aeropuerto o a la estación de buses, o dejarlas en la calle. La problemática era que no traían teléfono, no tenían forma de comunicarse con sus familiares, porque la mayoría, el 90% de los que vienen, tienen familiares en otros estados y Arizona es solamente un lugar de paso, porque tienen familiares con patrocinadores que los están esperando en otros estados. Esa vez, cuando nos llamaron pidiendo nuestra ayuda, nos movilizamos con 17 iglesias. Pudimos ayudar más de 100,000 personas proveyéndoles un refugio temporal de uno o dos días. Cuando el bus de Inmigración nos trae a esa gente, la recibimos y le damos una calurosa bienvenida: le damos agua, una sopa caliente, café; la recibimos con respeto, con dignidad y no lo pueden creer. Muchos, cuando llegan a nuestras iglesias, creen que es otro lugar más de detención, que todavía no están libres. Pero cuando les hablamos que tenemos cafecito, sopa, ropa, que se pueden bañar y cambiarse, que van a ir limpios al aeropuerto, entonces les sonríe la cara, lloran de alegría y de felicidad. Estamos proveyéndoles un momento temporal, los recibimos como seres humanos que han sufrido, que tienen historias increíbles. Hay familias que nos cuentan que, por ejemplo, tardaron un mes, dos meses para llegar a Estados Unidos. Trabajamos directamente con Inmigración, que nos deja las familias en nuestras iglesias. Por semana, aproximadamente recibimos de 400 a 450 personas; antes recibíamos de 700 a 800 personas por semana, pero ahora no tenemos tantos recursos, ya no hay muchas iglesias que estén ayudando. Ese es el trabajo que estamos haciendo aquí en Arizona”.
☕ Pero ese trabajo sigue siendo polémico porque, aunque el clima político de Arizona cambió en los últimos años, ustedes de todas formas no están 100% seguros al ofrecer ese servicio de ayuda a los migrantes. Por ejemplo, el domingo de Pascua hombres armados se presentaron a las afueras de una de sus iglesias. ¿Cómo fue?
“Eso ya lo tuvimos en el pasado. En el 2018, 2019 se presentó otro grupo como este que se llama Los Patriotas y nos amenazó y filmó, nos acusó de traficantes de humanos y de niños, de ser coyotes que nos estaban pagando. Ahora se presentó este grupo armado con granadas, metralletas, pistolas; lamentablemente actúan porque esa es su forma de mostrar su patriotismo. Pero nosotros no estamos haciendo nada político ni en contra del gobierno: simplemente estamos ayudando, porque de lo contrario podemos decirles qué tal si les dejan a estas personas en sus vecindarios, les ponen un bus y que ahí vean cómo los ayudan. ¿Qué les van a hacer? ¿Les van a disparar, les van a amenazar? Entonces, es mejor que nosotros los recibamos en nuestras iglesias y así tenemos una comunidad más segura porque evitamos que se cometan crímenes, evitamos que estas familias se pierdan y no tengan dónde ir. Ese tipo de cosas no nos intimidan, no nos asustan. Lo vamos a seguir haciendo: aunque se pare frente a nosotros un ejército, sabemos a quién servimos. Sabemos que, si Dios es con nosotros, quién contra nosotros. Y no les tenemos miedo, están perdiendo su tiempo”.
☕ ¿Cómo ves la posibilidad de que finalice el Título 42 y puedan empezar a cruzar a Estados Unidos los solicitantes de asilo que esperaron tanto tiempo en el lado mexicano? ¿Tienen la capacidad para ayudar si llegan más migrantes, como se espera que sea desde mayo? Organizaciones en la frontera, en Nogales o Tucson, dicen que están sobrepasadas, que el gobierno no las apoya y no tienen los recursos.
“Sí, lamentablemente esto no se va a duplicar, se va a cuadruplicar, porque van a ser cuatro veces más la cantidad de personas que las que están viniendo. A nosotros, por ejemplo, nos mandan familias de Colombia, Venezuela, Cuba. Están entrando muchos cubanos, nicaragüenses, peruanos; nos está llegando mucha gente de Sudamérica y también hemos recibido a algunas familias de Ucrania, Rusia, incluso de África. Pero, si se quita el Título 42, vamos a tener familias mexicanas, salvadoreñas, hondureñas, guatemaltecas. Vamos a necesitar el triple de ayuda de la que estamos pidiendo ahora. Aquí, por ejemplo, con la cantidad de voluntarios que tenemos, que no son muchos, no damos abasto. Hoy día, por ejemplo, recibimos en nuestra iglesia casi 100 personas, a las que les dimos de comer, ropa; llamamos a sus familiares para que les compren los boletos, las llevamos al aeropuerto para que se vayan con sus boletos comprados, bañadas, limpias, para que no las miren raro, para que no las traten mal ni las discriminen. Entonces aparecen ahí como cualquier otro viajero o turista que viaja a su destino. Lamentablemente no tenemos los recursos, el gobierno no nos está dando recursos, nadie nos da; lo que estamos haciendo lo hacemos por nuestra propia cuenta. Estamos confiando en un Dios que nos ha prometido que Él es nuestro pastor y nada nos faltará. Así que toda la provisión que nos llega viene de arriba, del Cielo. Gracias a Dios que siempre tenemos algo para darle de comer a esta gente”.
☕ Los medios de comunicación nos bombardean con la idea de que estamos viviendo una crisis en la frontera y que los solicitantes de asilo, al presentarse ante las autoridades, nos invaden: ese es el sentimiento. Lo que se vive en la frontera es sin duda un fenómeno que no ha dejado de suceder y no dejará de serlo porque emigrar, nos cueste entenderlo o no, es un derecho. Siempre cubrimos la migración desde el momento en que llegan a la frontera y alcanzan lo que muchos consideran el sueño americano. ¿Pero qué pasa al día siguiente, o a la semana, 3 meses después o 5 años? En Estados Unidos tenemos el sistema y la infraestructura para hacer frente a este problema social que venimos arrastrando de administraciones Republicanas y Demócratas. Quienes han tenido que tomar esa factura, como dicen en Estados Unidos, fueron las organizaciones sin fines de lucro y grupos de fe que están haciendo el trabajo que el mismo gobierno no quiere hacer, que es brindar la mano a los migrantes. En estos más de 20 años que tienes de servicio comunitario, ¿has visto un cambio en la retórica migratoria aquí en Arizona?
“Creo que en los últimos diez años he visto un cambio, veo que hay como más tolerancia, más compasión. Ya no se respira ese aire antiinmigrante que se respiraba durante la (ley antiinmigratoria) SB 1070. Creo que hemos hecho mucho trabajo -no solamente nosotros, muchas organizaciones, líderes de fe- para llevar ese mensaje a las autoridades, a nuestro equipo, a nuestros representantes, a los políticos, que por un lado los inmigrantes que llegan acá son personas que vienen a trabajar y a sacar adelante su familia, no vienen a robar ni a cometer crímenes. Es más, vienen a aportar, porque esos trabajos que ellos están realizando nadie más los quiere. Si tú ves, en todo lugar, en todas las tiendas y negocios, en todas las compañías, hay un letrero que dice ‘Necesitamos gente para trabajar’. ¿Quiénes son los que están tomando esos puestos de trabajo? Son los emigrantes, los más malos pagados, sin seguro médico, sin ninguna seguridad. Muchas veces son explotados, pero están haciendo un bien a la economía. Si tú ves, hay construcción por todos lados. ¿Y quiénes están haciendo ese trabajo? Los emigrantes. Así que creo que a lo mejor eso ha cambiado. Esa imagen que tenían de los emigrantes hace 10, 12 años, cuando la comunidad anglo estaba en contra de inmigración ilegal, pues ya está siendo más pasiva, más comprensiva y están entendiendo que esta gente no viene a cometer crímenes: viene por una vida mejor y a aportar para que también nosotros tengamos una vida mejor”.
☕ De cierta manera todos somos migrantes de una forma u otra: en esta generación o en la pasada, o quizá en el futuro también nos toque migrar, dentro de este país o a otro. ¿Cómo pueden las personas aportar como voluntarias para ayudar a este servicio comunitario que realizan? ¿Cómo se pueden poner en contacto con ustedes?
“Quiero recalcar algo antes: yo soy inmigrante, llegué hace 33 años a este país con dos hijos, desde Chile, y cada vez que recibimos inmigrantes les digo: ‘soy inmigrante como ustedes. Cuando ustedes lloran yo sé lo que se siente, porque yo lloré, porque no sabía de qué lloraba, si era tristeza, frustración o felicidad’. Lamentablemente muchos nos olvidamos de dónde venimos, cómo comenzamos. Por agradecimiento estamos haciendo este trabajo, por agradecimiento les quiero pedir a esos emigrantes que un día llegaron, a los que alguien les tendió la mano, que ahora nos ayuden, que vengan y se ofrezcan para ayudarnos. El teléfono al que pueden llamar es 480.547.4883. Así que, si alguien se interesa en ayudarnos y cooperar, somos una organización non profit, no lucrativa; necesitamos mucha, mucha ayuda, todo lo que nos puedan donar: por ejemplo, si nos donan ropa que esté en buenas condiciones, si nos donan comida que no esté expirada”.