A flote: Luca, ahogamientos e inmigración
Un resumen del programa de radio con la periodista invitada Beatriz Limón.
¡Hola familia! ¿Cómo están? Feliz lunes. Aquí les comparto un resumen de La Hora del Cafecito de Conecta Arizona en la radio con nuestra periodista invitada Beatriz Limón. Fue un agasajo tenerla.
Como siempre, gracias a nuestro colaborador Gustavo Guirado por la recapitulación y a Johnny Córdoba por la producción del show.
Les mando un abrazo muy fuerte,
Maritza L. Félix
Fundadora de Conecta Arizona
Recomiendan extremar cuidados para prevenir tragedias por ahogamiento de niños en albercas
Por: Gustavo Guirado
En el mes de la concientización del impacto de ahogamientos, el capitán de Bomberos del Departamento de Scottsdale, Daniel Espinoza, recomendó tomar precauciones especialmente con los niños para evitar este tipo de tragedias involuntarias en las albercas de las viviendas particulares, que en caso de no provocar la muerte puede ocasionar severos daños cerebrales, y llamó a tomar conciencia sobre los peligros que puede representar el agua especialmente en estos meses de verano en Arizona, cuando incluso se producen accidentes en ríos y lagos.
“A mí me gustaría que toda la gente de nuestra comunidad respete el agua, que respete lo que puede pasar y que aprenda a prevenir estas tragedias. Lamentablemente la mayoría de estas tragedias pudieron haberse prevenido, no tuvieron que haber sucedido si alguien hubiera estado cuidando a los niños, si hubiera habido una barrera para que no puedan ir al agua, si hubieran aprendido a nadar o si los papás hubieran sabido cómo reaccionar e iniciar el rescate médico para una oportunidad de sobrevivencia mucho mejor. Que respeten el agua y que sean conscientes de los peligros que vienen con el agua”, señaló Espinoza.
En diálogo con La Hora del Cafecito, el programa de radio de Conecta Arizona, el capitán de bomberos habló especialmente sobre los accidentes de niños en albercas y piscinas, que son más frecuentes en los meses de verano, entre mayo y agosto. “Es muy importante que estemos conscientes de los peligros porque los niños se pueden ahogar. En los meses donde más calor hace, como en el verano, a los niños posiblemente se les antoja ir más a la alberca solos. No están en la escuela a la mañana, están en casa con nada que hacer a veces y buscan la manera de refrescarse y a veces van al agua sin pedir permiso”, describió.
En ese momento, las tragedias pueden ocurrir por no cerrar bien los cercos alrededor de las albercas o hasta por un descuido por el cual el niño se escape por la puerta pequeña del perro. “Que le pase estos accidentes a alguien no quiere decir que sean malos padres o que no están haciendo su trabajo bien, solo que no siguieron unos pasos que podrían haber ayudado”, dijo Espinoza, y explicó un sistema que la Coalición para la Prevención de Ahogamientos de Arizona, con la que colabora, desarrolló para recordar a los padres cómo prevenir ahogamientos. El sistema se llama ABC:
• A, que significa adulto para supervisar. Espinoza señaló que siempre debe haber un adulto que controle y mire al niño que ingresa al agua. “Tienes que tener siempre un adulto que no esté tomando, que no esté trabajando, que no esté haciendo otra cosa más que supervisar a los niños, que ese sea su trabajo. Eso es lo más importante”, sostuvo.
• B, que significa barrera. Son los cercos u obstáculos que impiden que los niños se acerquen a las albercas. “Es una manera de prevenir que el niño no pueda tener acceso a las albercas. Las barreras deben estar trancadas y que ellos no puedan abrirlas. Sin embargo, con el simple hecho de tener una barrera, si no está cerrada la puerta o si no está trancada o si pueden encontrar la manera de meterse en las rendijas, es como que no tienes nada, no tiene el efecto que debería tener”, advirtió.
• C, que significa clases de natación. Espinoza consideró que “es importante que los niños aprendan a nadar” y dijo que hay muchas posibilidades de tomar clases de natación en Arizona. “Como es un Estado con tanto calor, hay muchos lugares donde puedes llevar al niño. Pero, aunque sepa nadar, eso no quita el punto A, es decir adultos supervisándolos, porque puede haber un accidente, una emergencia o el niño puede tener un evento médico y necesitamos alguien cuidándolo”, explicó.
“Como último recurso, si A B y C no funcionaron y si ocurre una tragedia, las clases de resucitación cardiovascular son importantes para que los papás puedan entrar en acción si se requiere en el momento hasta que lleguen los bomberos y den más ayuda. También se ha agregado la letra D, que significa dispositivos de flotación. Y no estamos hablando de los flotis que pones a los niños debajo del brazo, sino de un chaleco salvavidas, que se ha probado para los lagos y ríos, donde hay corriente y hoyos que no se puedes ver”, completó Espinoza.
En estos casos, agregó, se requiere un cuidado especial. “Es importante que los niños sepan nadar y usen un chaleco salvavidas como los que usan en los barcos (no flotis, porque se pueden salir fácilmente con la corriente). Los ríos y los lagos posiblemente tengan corriente y el niño, aunque sepa nadar, no va a poder salir del agua si una emergencia pasa. También en los canales, donde a veces se ve el agua tranquila, pero la corriente que está debajo es fuertísima y no conozco nadie que pueda salir de un canal sin ayuda. Nosotros entrenamos en canales y nos metemos al agua como víctimas para que nuestros compañeros nos saquen. Digo por experiencia: en los canales, la corriente es extrema. Si vive cerca de un canal, hay que tenerle mucho respeto. Y los niños que ni se acerquen, porque es muy difícil sacarlos”, aconsejó.
Las temporadas de monzones, con fuertes lluvias y tormentas, pueden acrecentar la intensidad de estas corrientes, pero también pueden generar, en las casas particulares, estancamiento en recipientes (baldes, por ejemplo) que pueden provocar tragedias de ahogamiento con niños pequeños o mascotas, por lo que recomiendan estar atentos también a esas situaciones para prevenir accidentes.
“En el caso de los niños muy chiquitos, de entre uno o dos años, que recién empiezan a caminar, su cabeza es mucho más grande que su cuerpo. Relativamente, su cabeza es grande porque aun su cuerpecito no crece para acomodar ese tipo de peso. Por eso a esa edad es común que se caigan y se golpeen la cabeza, que es pesada. No tienen fuerza. Ha habido casos donde se ahogaron en cubetas, o en hieleras que fueron llevadas al lago o al parque y que al regreso no fueron vaciadas, por lo que el hielo se derritió y quedó agua adentro”, contó Espinoza.
“Se ahogan en la tina del baño, básicamente donde se pueda acumular agua. Nomás se requieren dos pulgadas de agua para que el niño quede ahí y no pueda levantarse porque no tiene la fuerza para hacerlo. Por eso recomiendan que no haya agua acumulada o estancada. He visto casos donde la mamá o el papá lo estaban bañando, se les olvidó algo (la toalla, el champú, lo que sea), se fueron por segundos a buscar y al regresar los niños ya estaban con su cabeza en el agua”, recordó.
En cualquiera de estos casos, los niños que sobreviven a estos accidentes quedan generalmente con daños cerebrales. “Si sucedió un casi ahogamiento, el niño sobrevive, pero su calidad de vida no es buena. Muchas veces esos niños quedan en hospitales por el resto de sus vidas, no pueden hablar, no pueden caminar, las secuelas que quedan no las pueden superar, nunca pueden recuperar una vida normal. Muchas veces son niños que nunca hablan, que no reaccionan. Están básicamente en un estado vegetal y requieren de atención médica 24 horas al día, siete días a la semana”, señaló el capitán de bomberos.
“Es muy pesado para los papás, la familia. Y es triste, porque uno dice ‘este niño sobrevivió’ pero en el sentido de que todavía tiene el corazón palpitando. Pero su calidad de vida no es buena, es una vida trágica. Es algo tan triste, es trágico para todos. La tragedia afecta a los papás y a la familia, pero también a los bomberos, policías, doctores, enfermeros, a todos los que se esforzaron y tuvieron que ver esa tragedia. Lamentablemente me ha tocado ver este tipo de eventos y es algo que nunca se olvida, que cargas contigo toda tu vida. No me puedo imaginar esa tragedia como papá”, agregó.
Con respecto al tiempo que debe transcurrir la persona en el agua para que se produzca un daño cerebral por ahogamiento, Espinoza dijo que en el caso de los niños “es un lapso corto”. “En el cerebro humano, después de 4 minutos sin oxígeno, ya ocurren daños irreversibles. Las secuelas son muchas y ya nunca van a tener una vida normal. Pero con niños más chiquitos, cuando absorben el agua les afecta de una manera diferente porque sus pulmones se llenan de agua y no hay capacidad de sacarla o prevenir que no entre a sus pulmones. Y eso básicamente los ahoga”, explicó.
También Espinoza afirmó que “en todas las edades hay riesgo de ahogarse”. “Me ha tocado ir a atender adultos que se ahogan, porque estaban tomando alcohol o tuvieron una condición médica que en ese momento les atacó y no pudieron salir o nadar. Por eso es importante que siempre haya una persona que se haga responsable de supervisar, que no esté tomando y que no tenga ninguna otra actividad. Yo tengo un niño de 14 años y, si se mete en la alberca o al agua, yo lo estoy supervisando porque he vivido esas tragedias y no quiero que se repita conmigo”, señaló.
“Lamentablemente muchas veces todas esas tragedias son prevenibles, se podrían prevenir si se hubieran seguido los pasos del ABC, por eso es más triste. El resultado no tuvo que haber sido ese, son accidentes que hubieran tenido solución si se hubieran seguido los pasos adecuados”, agregó Espinoza. Y dijo que, si se deja a los niños al cuidado de hermanos mayores, éstos deben “tener la madurez para saber cómo reaccionar”. “Es importante que si vas a dejar a alguien a cuidar a tus hijos entiendan las reglas y que si llega a pasar una tragedia sepan cómo reaccionar”, sostuvo.
Finalmente, dijo que “a veces la comunidad hispana sufre más” estos hechos “por falta de educación, de saber o por falta de información”. “A veces también descuidamos, nos confiamos mucho: si un niño sabe nadar y lo vemos nadando, nos da la confianza de dejarlo sin supervisión o descuidamos ciertas cosas, como no poner una barrera alrededor de la alberca. Además, eso es importante para la seguridad no solo de nuestros niños sino de cualquier otro niño que visite la casa”, afirmó.
Según el Departamento de Servicios de Salud de Arizona, “el ahogamiento es la tercera causa más común de muertes relacionadas con lesiones no intencionales” y, en 2014, de acuerdo al Programa de Revisión de Muertes Infantiles de Arizona, 29 niños murieron por ahogamiento involuntario. Más información para prevenir ahogamientos, en: https://www.azdhs.gov/prevention/womens-childrens-health/injury-prevention/drowning-prevention/index.php
Participar en la película Luca “es un sueño cumplido”
El animador colombiano Luis Uribe, que formó parte de la realización de Luca, la más reciente película de Pixar-Disney, dijo que “es un sueño cumplido” su participación en el filme, e instó a los jóvenes que persiguen sus proyectos personales y profesionales a que “se especialicen en lo que más les gusta y que formen comunidad con los que sepan que les gusta lo mismo, porque estos proyectos se hacen con equipos muy grandes”.
Entrevistado por la periodista Maritza Félix, fundadora y directora de Conecta Arizona, el artista, que actualmente reside en California, también dejó un mensaje para la comunidad latina en Estados Unidos al afirmar que es importante “contar historias propias, de tradición del país, de la cultura, que no se hayan contado todavía” porque existe una demanda “para ver contenido nuevo, original, que tenga identidad”.
- Ese sabor latino e hispano en la película refleja muchas de las realidades que vivimos las familias italianas, latinoamericanas, y que nos representa. ¿Cómo fue trabajar en Luca?
- Exactamente, lo que hice fue muy curioso: estar trabajando en la película y darse cuenta de las cosas similares que hay entre culturas y de cómo muchas cosas que hacíamos en animación funcionaban y funcionarían también para una película como Coco (ambientada en México) o si fuera una película de Colombia, que también se traduciría muy bien con la cultura italiana. Así que me emociona mucho poder ver esas cosas similares.
- ¿Cómo es que llegas a trabajar en animación con esta película de Disney? Porque eres uno de los pocos latinos que lo ha logrado y nadie te ha regalado, es como que has escalado poquito a poquito.
- Creo que es la situación de todos los que trabajamos en Pixar, que no es para nada fácil llegar y el nivel que se exige es bastante alto. Entonces, para los que nos gusta esto, siempre es como un sueño cumplido. Yo empecé en Bogotá estudiando diseño industrial. En esa época no había animación, entonces me tocó estudiar por el lado de encontrar los recursos a nivel internet (algunos gratis, algunos cursos sí me tocó pagar) y con esa información fui creando mi portafolio para poder empezar a aplicar aquí a los estudios. En 2010 finalmente me llamaron de un estudio en Los Ángeles, me mudé allá, estuve tres años. Después me mudé a San Francisco a trabajar para (la productora) Lucas Film y en 2015 llegué a Pixar. Pero sí, ha sido experiencia tras experiencia. Al trabajar en estos proyectos vas subiendo el nivel, también vas conociendo personas de la industria, que es una gran comunidad, que te van ayudando. Y finalmente pude llegar aquí, hace poco más de cinco años.
- ¿En algún momento tuviste el llamado “síndrome de impostor” (personas exitosas que serían incapaces de asimilar sus logros)? ¿Tuviste algún momento en el que dices “¡silencio Bruno, quiero seguir trabajando en esto!”?
- Creo que todos los días, todos tenemos la pregunta, hasta el más veterano que lleva en el estudio trabajando 25 años o el que acaba de empezar. Y todos tenemos escenas en las que trabajamos que pensamos que no son lo suficientemente buenas para mostrárselas a tus compañeros y al director. Y al final, es como que todos esos años de preparación hacen que la escena en verdad sí sea buena y que si te llamaron y estás ahí es por algo. Entonces, es muy difícil perder ese miedo hoy día, pero se va superando cada día un poco más. Pero sigue estando ahí, de cierta forma.
- Cuéntame un poco más la escena en la que participaste y confiésanos cuál es tu escena favorita.
- Trabajé en varias secuencias, unas con Luca y Alberto, otra con Ciccio, y al final trabajé con Daniela, la mamá de Luca. Es donde Daniela está buscando a Luca por el pueblo y empieza a jugar fútbol. Creo que esa fue la más divertida porque no había hecho animación de fútbol en ningún proyecto animado hasta ahora, pues es algo tan colombiano, tan italiano, tan latinoamericano. Pues, fue buenísimo poder ser parte de eso.
- ¿Y cuál es tu escena favorita cuando tú te sientas como espectador?
- Es difícil despegarse un poco de estas películas. Por eso es bueno también tratar de no trabajar en todos los proyectos y alejarse un poco si se puede. Sobre mi escena favorita, creo que es la de la primera vez que se conocen Luca y Alberto y arman la Vespa con la que se botan por la colina. Creo que fue muy chistosa en todo el lenguaje, en cómo interactúa con Alberto. Me hizo reír mucho. Y siempre las escenas emocionales también son súper impactantes, te hacen sentir un montón de cosas. Esas fueron las que más me gustaron.
- ¿Qué sigue para ti? Luca está siendo muy exitosa en Estados Unidos. Imagino que trabajar durante la pandemia nos ayudó a redefinir nuestro trabajo y a dónde vamos. ¿A dónde vas tú ahora?
- Por ahora quiero seguir aquí. De hecho, no fue fácil llegar y todavía hay muchas cosas que tengo que aprender y hay muchos proyectos en desarrollo en los que quiero trabajar. Por otro lado, desde que me fui he estado tratando de estar conectado con la industria en Latinoamérica, participar en eventos académicos y también tratar de poder pasar el conocimiento y todas las cosas que he aprendido acá a la gente que está en mi lugar en este momento allá en Colombia y en los otros países tratando de aprender. Es ver de alguna forma cómo puedo enseñar y ayudar en esa parte. Más adelante no sé qué vendrá.
- ¿Cuál es tu consejo para todos los jóvenes que quizás se identifican con Luca o Alberto, y que quieren su Vespa? A lo mejor para ti tu Vespa era trabajar para Pixar. ¿Cuál es tu consejo para esos jóvenes que te ven desde lejos y dicen “yo quiero estar ahí”?
- El consejo es que le pierdan el miedo a contar historias y a los comentarios que les puedan hacer que no les estén alentando a mostrar sus trabajos; que se especialicen en lo que más les guste; que formen comunidad con los demás que sepan que les gusta lo mismo, porque estos proyectos se hacen con equipos muy grandes. Entonces, es importante tener amigos para poder dividir el trabajo y volverse los mejores en cada disciplina. Y contar historias propias, de tradición del país, de la cultura, que no se hayan contado todavía, de esas cosas que no se han visto y que hay un apetito muy grande, sobre todo en pandemia, para ver contenido nuevo, original, que tenga identidad. Ojalá les sirva eso.
Los logros de los dreamers de Arizona y la música inspirada en historias de emigrantes en la frontera
La Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) publicará próximamente, a través de su plataforma Palabra(www.palabranahj.org/), dos informes periodísticos de la periodista independiente Beatriz Limón relacionados con el presente de la comunidad latina en Arizona: uno de ellos es sobre los dreamers agrupados en el programa DACA, que lograron que en la elección estatal de 2022 se pueda votar por la matrícula estatal igualitaria, y el segundo se relaciona con la carrera artística de la cantautora colombiana-estadounidense Natalia Serna (La Muna), cuya producción artística se inspira en historias de emigrantes en la frontera y que acaba de presentar su último trabajo.
El informe periodístico sobre los dreamers rescata las luchas de los estudiantes bajo el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que gracias al activismo lograron que en la elección estatal del 8 de noviembre de 2022 los arizonenses puedan votar, en un referéndum, si se aprueba o no la matrícula estatal igualitaria. Según señaló Limón, si se aprueba esa propuesta se revocaría partes de una medida de 2006 (llamada Propuesta 300), también aprobada por los votantes, y que “dejó a miles de graduados escolares indocumentados sin derecho a ciertos beneficios públicos, por lo que deben pagar tres veces más por las colegiaturas de las universidades”.
“Los dreamers, soñadores, que llegaron aquí traídos por sus padres y que el único lugar que conocen como hogar es Estados Unidos, están luchando porque quieren tener una educación equitativa. Ellos tienen que pagar tres veces más por la matricula estatal. Cuando terminan su preparatoria, sus estudios, tienen ansias de ser profesionistas y entrar a las universidades, pero se topan con una barrera que es terrible, lo económico: tres veces más tienen que pagar que los residentes de Arizona que tienen un estatus legal migratorio. Pero eso no los ha inhibido para seguir luchando. Estamos hablando de que tienen más de 10 años luchando por este logro”, señaló la periodista en el programa La Hora del Cafecito, de Conecta Arizona.
Limón destacó el rol que desempeñó la dreamer Reyna Montoya, fundadora de la organización sin fines de lucro Aliento, quien en Arizona orientó a los estudiantes en el activismo cívico y en las gestiones ante políticos demócratas y republicanos en favor de la propuesta. “Ella es una destacada soñadora, artífice de una de las victorias que más podemos aplaudir acá en Arizona. Por eso, en las próximas elecciones del 8 noviembre de 2022 salgan a votar: van a elegir al gobernador y a representantes estatales, pero, sobre todo, pongan mucha atención en las propuestas”, afirmó.
El informe periodístico, precisamente, analizará las estrategias que usaron estos jóvenes para poder lograr el apoyo demócrata y el republicano para incluir en la boleta electoral esta propuesta. También obtuvieron el respaldo de más de 130 líderes empresariales, religiosos y cívicos, que firmaron una carta instando a la Cámara de Representantes de Arizona a llevar a cabo la votación. “Una de las bases que llevó a estos jóvenes al triunfo es sin duda la educación. Estamos hablando de lo importante que es educar. La educación fue la clave para que estos jóvenes llegaran a la conciencia de los senadores y legisladores y le dieran el voto a favor que catapultó esta propuesta, que en verdad parecía inalcanzable”, agregó.
El segundo informe que Limón publicará en Palabra, de NAHJ, se relaciona con la cantautora Natalia Serna, conocida artísticamente como La Muna, que escribe canciones inspirada en historias de inmigrantes de la frontera con México y que acaba de presentar su más reciente producción, Estoy pidiendo refugio, en el marco del Día Mundial de los Refugiados. “Es una historia inspiradora, siento que el corazón se me infla de alegría. La Muna, desde pequeña, por sus orígenes colombianos (aunque nació en Estados Unidos), ha mostrado un singular interés por su cultura, que es muy importante para todos los latinos, y se ha sumergido en la problemática migratoria”, contó la periodista.
Limón señaló además que Estoy pidiendo refugio surgió a raíz de la crisis migratoria originada en la frontera sur de Estados Unidos a causa de la política de Protocolos de Protección al Migrante (MPP), conocida como Permanecer en México. “Cuando cerraron esas fronteras, se dejaron a miles y miles de migrantes del lado mexicano en espera de una oportunidad para ser escuchados por un juez migratorio sobre su petición de asilo”, recordó.
“Con la experiencia de los refugiados es como nace este disco, donde se expresa la angustia y el temor que sienten de regresar a sus países. La incertidumbre de desconocer su futuro. El sentir de los padres y sus hijos separados por las fronteras”, le dijo La Muna a Limón, quien además destacó que la cantante conoció muchas de las historias de los inmigrantes al subirse al tren mexicano conocido como La Bestia, que transporta no solo carga sino que también es usado por emigrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
“Un día se montó a La Bestia, ese tren que lleva en su lomo a miles y miles de migrantes centroamericanos y que es conocido por su peligrosidad. Hace 20 y tantos años tomó ese riesgo y de ese riesgo surgió una de las canciones más bonitas y representativas que haya escrito, que se llama Fuego. También hay otras canciones, como El Deportado, y diferentes melodías que hablan sobre el transitar de los migrantes, las deportaciones y lo que sufren esas personas cuando van en pos del sueño americano”, analizó Limón.
La periodista incluso destacó que La Muna da refugio a los inmigrantes en una casa en Hermosillo, Sonora, en la frontera con Arizona. “Es muy interesante lo que podemos ver acerca de la vida de La Muna. Este amor hacia los migrantes no solo la ha llevado a componer canciones, a cantarlas, sino también a ir a los comedores durante años, en apoyo a los migrantes. Ha recopilado muchas historias y ha creado lazos muy interesantes de amor, cariño, fraternidad”, finalizó.