Activismo femenino: Del DACA al género
Dos mujeres que lideran luchas por el reconocimiento y la legalización de jóvenes soñadores y la inclusión, el género y la sanación a través del arte. Conoce a Karina Ruíz y Dora Mejía.
¡Hola! ¡Feliz miércoles! ¿Cómo estás?
Hoy te comparto una recopilación de dos entrevistas que hicimos en La Hora del Cafecito de Conecta Arizona en la radio Onda 1190 con dos activistas poderosas: Karina Ruiz y Dora Mejía. La primera es una soñadora que lidera una de las organizaciones más importantes de jóvenes “dreamers” que siguen peleando por un camino a la legalización para ellos y sus padres. La segunda es una madre que ayuda a muchas otras a entender a sus hijos durante su transición y a descubrir a través del arte lo que en realidad significa la inclusión. ¡Este sí que es activismo femenino!
Nuestro colaborador Gustavo Guirado hizo una recopilación de los que charlamos, pero si quieres ver y escuchar la entrevista a Karina, puedes hacerlo aquí; para disfrutar la charla con Dora, haz clic acá.
Te mando un apapacho muy fuerte,
Maritza L. Félix
Fundadora de Conecta Arizona
Beneficiarios del programa DACA: reclaman una “verdadera reforma integral” de la legislación
Por: Gustavo Guirado
Los inmigrantes beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados de la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) consideran que actualmente es el momento político para que la Administración Biden concrete “una verdadera reforma integral” que les permita regularizar su estatus migratorio luego de nueve años de reclamos. Así lo afirmó Karina Ruiz de Díaz, directora ejecutiva de Arizona Dream Act Coalition, organización que promueve la aprobación de una legislación que beneficiaría a 616.030 dreamers (soñadores).
“Si no actúan en este momento, para hacer una verdadera reforma integral, vamos a perder la oportunidad y nos vamos a quedar sin nada de nuevo. La gente tiene que llamar a sus Representantes para decirles ‘tienes que hacerlo’, tiene que salir a las calles cuando les hablemos. Yo sé que la gente tiene miedo por la pandemia, pero no es lo mismo si ven a 10 de nosotros que si ven a 100, a 200 o a mil personas”, señaló Ruiz, al reclamar que la reforma migratoria sea aprobada en el Congreso e impulsada por la Casa Blanca.
“Se veía tan lejano durante la Administración Trump que decíamos ‘no hay ninguna posibilidad’. Luchamos tanto, tocamos puertas, instamos a la gente con sus historias a que participaran en el proceso, se logró y, con la Administración Biden, dijimos ‘tenemos una chance, una oportunidad de ganar’. Y ya pasaron más de 100 días y realmente no se han visto cambios drásticos”, analizó la activista de Arizona al plantear un llamado tanto a Demócratas como a Republicanos para que finalmente se avance en la aprobación de la legislación en el Congreso.
En declaraciones a La Hora del Cafecito, el programa de radio de Conecta Arizona, Ruiz consideró que los dreamers, que llegaron a Estados Unidos como niños con sus padres inmigrantes y se quedaron como indocumentados antes de cumplir los 16 años, están viviendo “un sube y baja de emociones, de mucha confusión” ante la indefinición de su estatus migratorio, ya que DACA no solo los protege de la deportación sino que les permite obtener permisos de trabajo, por lo que la mayoría ya desarrolló su vida en Estados Unidos pese a la falta de regularización.
En este contexto, Ruiz analizó la falta de acuerdo político y la situación de los soñadores con el fallo del juez federal Andrew Hanen, de Texas, que en julio pasado dictaminó que el programa DACA es ilegal, aunque este bloqueo a la presentación de nuevas solicitudes solo afecta a futuros beneficiarios y no cancela los permisos actuales ni sus renovaciones. Con respecto a las nuevas solicitudes, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) recibe aplicaciones, pero no las procesa.
“Ahorita, en este momento, se pueden entregar aplicaciones para personas por primera vez, pero el juez federal de Texas dijo que no se pueden presentar. Piensa que el programa no es legal y que lo que hizo Janet Napolitano con el memorándum no es legal”, señaló Ruiz, en referencia a la expresidenta de la Universidad de California, quien en nombre de sus estudiantes indocumentados demandó a la Administración Trump por cancelar DACA en 2017, cinco años después de que el programa fuera creado por la Administración Obama para ayudar a jóvenes indocumentados que habían llegado al país cuando eran niños junto a sus padres inmigrantes.
“Nosotros creemos que sí es legal, ya han sido muchos años, 9 años, de estar con este programa, que ha beneficiado a muchas personas, desde tener un trabajo, poder ir a la escuela o poder salir del país, como yo que tuve esa oportunidad de poder ir a México ya en tres ocasiones. Desafortunadamente el juez Hanen dijo que se van a parar de procesar las aplicaciones nuevas”, señaló Ruiz, entrevistada por la periodista Maritza L. Félix, fundadora y directora de Conecta Arizona.
“Lo que está sucediendo es que las personas pueden entregar las aplicaciones como para enseñarle al gobierno que necesitamos que estos jóvenes apliquen. Todavía hay necesidad del programa para acometer un permiso de trabajo, pero, mientras sigue su curso en las Cortes, Inmigración (USCIS) puede recibir los paquetes (la solicitud), pero no puede procesarlos. Y como al recibiros hay un costo por tenerlos, están diciendo que no van a regresar el dinero (del costo de la solicitud) a menos que las Cortes digan que se acaba el programa y que no los van a procesar. En ese caso, el gobierno no tendría el costo de procesar la aplicación y creo que en ese caso sí devolverían el dinero”, explicó.
La directora ejecutiva de Arizona Dream Act Coalition, organización que lucha por la educación superior para los jóvenes inmigrantes y los derechos de los inmigrantes, también consideró que en los fallos judiciales contra DACA existe “una cuestión de racismo” contra los inmigrantes. “El juez Hanen no tiene argumentos sobre por qué es dañino para Texas que los jóvenes de ese Estado tengan la oportunidad de estar en un estatus temporal legal. Texas no ha podido demostrar esto. Desafortunadamente, creemos que, si (el caso) va a la Corte Suprema, por su composición, no tenemos una buena chance de que se demuestre que nuestro programa es legal”, sostuvo.
“Cualquier cosa puede suceder. Por el momento también este juez (Hanen) dijo que se puede seguir renovando DACA por dos años. Se me hace algo ridículo que diga que es ilegal, pero deja que se siga renovando. No tiene ningún fundamento. Para mí, (el motivo) es otra vez ese racismo, ese sentimiento antiinmigrante que se está reflejando en las Cortes federales. Ahorita acabamos de escuchar al Presidente que trató de parar las deportaciones de personas que no tienen crímenes graves y el juez de Texas volvió a parar y a bloquear esto. Sentimos a veces que damos tres pasos en frente y nos regresan diez”, agregó.
Según Ruiz, la falta de una solución al tema DACA “ya no es solo un problema de los Republicanos sino también de los Demócratas”. En este sentido, cuestionó a Kyrsten Sinema, senadora demócrata por Arizona, a quien reclamó que impulse en el Congreso legislación para jóvenes inmigrantes, específicamente la aprobación de la Ley Dream and Promise, que daría un camino hacia la ciudadanía para millones de inmigrantes en el país. “(Sinema) está siendo esa piedrita en el zapato porque dice ‘quiero trabajar con los Republicanos’ cuando los Demócratas no nos están demostrando en buena fe que quieran trabajar para solucionar el problema, porque ya lo hubieran hecho. Hay que encontrar una solución. Los Demócratas tienen la Casa de Representantes, el Senado, la Casa Blanca”, dijo.
Por eso Ruiz señaló que desde Arizona Dream Act Coalition impulsan, en el llamado Paquete de Reconciliación del Presupuesto, la reasignación de recursos federales a favor de leyes de inmigración. “Los esfuerzos que estamos haciendo son para la Reconciliación del Presupuesto, algo que el gobierno tiene que hacer sí o sí cada año para ver cuánto dinero va a necesitar, cuánto dinero tiene. Son negociaciones sobre en qué se gastará ese dinero y gracias al senador Bernie Sanders, que es el líder del Comité para este presupuesto, se incluyeron 121 mil millones de dólares para poder legalizar a personas que tienen DACA, a los TPS (beneficiarios del Estatus de Protección Temporal) y a trabajadores del campo. Son 5 millones de personas las que se pueden beneficiar, pero no incluyen a todos (los inmigrantes)”, detalló.
Finalmente, Ruiz se refirió a las dificultades personales que, para los beneficiarios DACA, genera en el día a día de sus vidas la falta de regularización del estatus migratorio, porque dependen de las renovaciones de sus permisos y con el riesgo de que, si salen de Estados Unidos, no puedan volver a ingresar porque, finalmente, esa decisión siempre será a discreción del oficial de Inmigración en la frontera.
“No puedes planear tu vida más allá de dos años. En agosto, tuve una oportunidad de trabajo para ir a México, presenté mi solicitud a Inmigración, pero me dijeron que no, no es emergencia si no es algo relacionado con la salud o una enfermedad. Perdí esa oportunidad. Y es frustrante, porque nosotros tenemos que pedir ese permiso y, aunque el programa dice que es por trabajo, educación o razón humanitaria, te limita, estás a la disposición y la merced de ese agente de Inmigración cuando te vas a ir. Y no puede ser, es una libertad”, indicó.
La activista recordó, en este sentido, que solo gracias a un fallo de un juez de Nueva York pudo viajar por una razón humanitaria hacia México para llevar los restos de su padre, que en noviembre de 2020 había fallecido en Estados Unidos. “Fue un milagro de Dios que pudiéramos llevar los restos de mi papá. Fue difícil. Pienso en todas las personas que perdieron un ser amado y que no han tenido esa oportunidad de ir a darle sagrada sepultura. Es algo que no puedes hacer por la pantalla de un teléfono. Es sanación, cerrar el círculo, es tan importante. Debería ser considerado un crimen en contra de la humanidad que no nos permitan estar con nuestros seres queridos en ese momento del último adiós”, señaló.
Por eso Ruiz llamó a los inmigrantes que quieran presentar una solicitud de DACA a que se comuniquen con Arizona Dream Act Coalition (teléfono 602 842 3748), donde les ayudarán con el trámite o a conseguir los 495 dólares, el costo para aplicar. “Somos una organización liderada por personas que estamos directamente impactadas porque tenemos DACA. Yo tengo DACA y personas que nos ayudan en la organización son padres o madres de beneficiarios DACA. Tenemos una donación bien pequeña, módica. Si alguien viene y dice que no tiene para pagar la solicitud, les ayudamos a conseguir el dinero, hay fondos a nivel nacional. No queremos que nadie, por falta de dinero, se quede sin hacer el proceso. También los podemos referir con abogados de confianza de la comunidad, que nos ayudan. Estamos ayudando a hacer estos procesos desde 2012”, concluyó.
Organizan en Phoenix talleres de sanación sobre temáticas de género, inclusión y diversidad sexual
Por: Gustavo Guirado
La organización Trans Queer Pueblo, de Phoenix, organiza talleres gratuitos de literatura y teatro como herramientas de sanación para madres de la comunidad latina que deseen hablar sobre género, inclusión y diversidad sexual, en los que además se pueden compartir historias personales y familiares de aceptación, amor y fe. Así lo señaló Dora Mejía Gaspar, coordinadora de Proyectos de Familia de la institución, en declaraciones a La Hora del Cafecito, el programa de radio de Conecta Arizona.
“El único costo que tienen los talleres es la disposición a empezar a sanar, es creer en el proceso. Porque todo proceso lleva un tiempo. No les vamos a convencer de nada que no quieran convencerse, porque no les queremos meter ideologías de nada, solamente es un taller donde van a escuchar. Si te identificas con algo lo vas a escribir y si después que lo escribiste lo quieres compartir, te escucharemos. Y si quieres que te demos retroalimentación, alguna opinión o apoyo, lo haremos. Pero si en ese momento estás cerrado y no quieres, también lo respetamos”, contó Mejía.
La referente de Trans Queer Pueblo comenzó este camino a favor de la inclusión a partir de un episodio personal, cuando su hija le confesó que no era heterosexual y que no se identificaba más como mujer. “Mi hija mayor salió del closet diciéndome que ella creía que era bisexual. Yo estaba en el pensamiento de que era una transición, pero con el tiempo me fui dando cuenta que no y empecé a buscar información en mi idioma, en español, ya que las personas que estaban a mi alrededor y que consultaba la verdad es que no sabían absolutamente nada”, señaló.
En diálogo con la periodista Maritza L. Félix, fundadora y directora de Conecta Arizona, Mejía recordó aquellos primeros pasos de su voluntariado por esta causa: “Empecé a asistir a una organización de dreamers, donde había un grupito de personas LGTB donde mis hijas empezaron a ir y yo era voluntaria con un grupo de mamás para proveerles su DACA. Empecé a instruirme, a saber qué era, porque yo creía que sabía, pero no era cierto, no sabía. Tomé un entrenamiento de tres días y pude descubrir demasiadas cosas y temas que ignoraba. Y ahí me quedé y ya no me salí”.
Fue entonces cuando tuvo que resolver situaciones internas de su persona a causa de la religión y su fe. “Yo era muy, muy católica, y sigo siendo. Creo mucho, tengo mucha fe. Pero en la parroquia donde iba, escuchaba mucho odio hacia la comunidad LGTB, muchas palabras despectivas. Cuando me enteré lo de mi hija, me dolió mucho. Y me dolió mucho pensar, creer que mi hija era un producto del demonio, que se iba a ir al infierno, porque así me decía el padre. Le dije ‘no’. Mi hija nació del amor, todos somos uno. Dios la hizo perfecta, El me dio este regalo para cuando yo tenga que darle cuenta y me pregunte qué hice con ese regalo delicado y hermoso. ¿Lo hice crecer? ¿Lo volví hermoso? ¿Lo destruí? ¿Qué hice? No me alejo de mi fe, pero sí de un edificio que lo hacen seres humanos, que son imperfectos, igual que yo, y me acerco a la palabra del amor”, contó.
“Y por medio del amor, corté toda esa negación y ese sentimiento de vergüenza que tenía, que tuve, esos pensamientos de negar el ser de mi hija, y fui hacia la aceptación verdadera, la información verdadera y el amor. Si no hay amor, todo es mentira, no existe nada, ni familia, ni comunidad, no existe tu Dios, no existe tu fe. Sin amor no existe nada. Y gracias a eso he podido construir con mi hija una base de verdades, de entendimientos, donde yo lucho y peleo día con día fervientemente para que las mamás y los papás seamos inclusivos, seamos mejores seres humanos y sigamos amando a nuestros hijos, porque nos los regaló Dios. Eso es lo que quiero que la gente entienda en su corazón, en su mente, en su ser”, agregó.
Luego Mejía comenzó a dar talleres de género y sexualidad para padres y amigos de personas LGTB, que derivaron en los actuales talleres de sanación mediante la literatura y el teatro. El propósito de estos talleres, explicaron en Trans Queer Pueblo, es “contar historias personales mediante la literatura, sentir el poder de la voz en el teatro, reconocer el poder de la voz de la mujer migrante y tener oportunidad como escritoras y actrices”, además de apoyar a que las familias estén “más unidas” y erradicar la violencia de género, que “incluye la violencia a nuestros hijas e hijos y la comunidad LGBT”.
“Doy talleres de sanación para nuestras mamás, que somos migrantes, indocumentadas muchas, que hablamos español, que creemos en el arte. El arte lo traemos dentro, sana, y esta sanación la podemos ver en estos talleres donde escribimos nuestras historias. Somos un barquito lleno y si empezamos a vaciar empezamos a llenarnos de mar, luz, fe, esperanza, amor, entendimiento, para ti, tu historia, tus raíces. También tenemos talleres de teatro, donde, aparte de las historias que tú escribes, empiezas a hacer relatos, poemas, que ayudan a otras mamás a empoderarse, invitándolas a salir de una situación de violencia, que a veces ni siquiera la percibimos. Puedes salir de esa opresión por medio del arte”, explicó Mejía, quien este año fue protagonista del episodio de género en el podcast Comadres Al Aire, conducido por las periodistas Maritza L. Félix y Valeria Fernández (https://comadresalaire.com/episodes/el-ser).
La referente de la organización también dijo que hay madres y padres que tienen más dificultades para aceptar este tipo de situaciones de género y diversidad sexual, o que no saben cómo abordar estos temas. “Es una barrera muy grande, pero mucho del primer paso es la voluntad de estar y escuchar. Puede pasar mucho tiempo para que ese papá o esa mamá dé el primer paso para hablar, pero lo principal es la disposición para escuchar. Porque escuchando es como empezamos a generar pensamientos, sentimientos, recuerdos y nuevas historias”, dijo, al explicar cómo funciona esta técnica no invasiva.
Los talleres se realizaron y realizan por Zoom (a causa de la pandemia), pero también presencialmente en escuelas y centros comunitarios. “También invitamos a los participantes a que se unan a una red de apoyo, donde otras mamás les van a enviar un mensaje cada semana para preguntarles: ‘hola, cómo estás, necesitas hablar, tienes algún problema, necesitas alguna información, un médico, necesitas que hagamos un ejercicio de respiración, una meditación, te has sentido bien, cuéntame, aquí estoy para escucharte’. Este es el apoyo moral que nosotras proveemos sin ningún costo, gratuito, y está al alcance de un teléfono: 602.600.5687”, finalizó Mejía.