De las Olimpiadas a la cabina
La campeona olímpica Luz Mercedes Acosta nos acompañó en La Hora del Cafecito en WhatsApp para hablar de su medalla, los retos para llegar a los juegos olímpicos y los retos del deporte en México.
¡Hola! ¿Cómo estás? ¡Feliz viernes!
Conocí a Luz Mercedes Acosta en Hermosillo. Su casa fue la mía durante mis estudios universitarios y poco a poco me colé en su familia. La vi entrenar sin parar, correr a la universidad, cantar en el coro, volver a entrenar, sacudirse el polvo y las lágrimas y nunca desistir. La vi ir y volver de múltiples competencias internacionales, siempre con medallas, pero con muy pocos aplausos mexicanos. También fui testigo de la falta de apoyo y los desaires y cómo ella floreció -como decimos en Conecta Arizona-, tal cual lo hace uno en el desierto: A pesar de todo. Hoy es medallista olímpica, una de las muy pocas mexicanas que lo ha conseguido en halterofilia. Valió la pena. Ahora tiene otros retos: la maternidad y quizá una carrera como analista en los medios de comunicación.
Nuestro colaborador Gustavo Guirado nos hizo una recopilación de la charla que tuvimos con la campeona olímpica en nuestro grupo de WhatsApp. Disfrútenla, conózcanla y compartan.
Les mando un apapacho,
Maritza L. Félix
Fundadora de Conecta Arizona
Fotos: Cortesía de Luz Mercedes Acosta
“No hay un seguimiento que permita desarrollar al máximo el deporte mexicano en los Juegos Olímpicos”: Acosta
Por: Gustavo Guirado
Luz Mercedes Acosta forma parte de la historia del deporte de México y de los Juegos Olímpicos: la exatleta inscribió su nombre en la tradición mexicana de obtener medallas olímpicas con el levantamiento de pesas, disciplina conocida como halterofilia, con la que logró la medalla de bronce en Londres 2012, su segunda competición luego de su debut en Pekín 2008.
A pocos días de la finalización de Tokio 2020, Acosta respondió preguntas a la audiencia de Conecta Arizona en el grupo de WhatsApp, donde recordó su trayectoria profesional, contó las dificultades económicas y de apoyo que atraviesan los atletas en general y analizó el presente de México en competencias olímpicas y las políticas deportivas de su país.
“No hay un seguimiento que permita desarrollar al máximo el deporte mexicano”, señaló Acosta en la entrevista, moderada por la periodista Maritza L. Félix, fundadora y directora de Conecta Arizona, y en la que también habló sobre la salud mental de los atletas y la situación del deporte en Sonora, donde nació en 1980, en la ciudad de Guaymas.
La campeona olímpica de halterofilia recordó especialmente su participación en Londres 2012 y su logro en 63 kilogramos: “Quedé en sexto lugar y después se descubrió que tres muchachas de mi categoría dieron positivo (en el control antidoping), por lo que yo ascendí a la medalla de bronce, que me fue entregada seis años después. Fue así como obtuve mi medalla después de 22 años de carrera en levantamiento de pesas”.
También ganadora de la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de 2011 en Guadalajara (México), en la misma categoría de 63 kilos, Acosta además estudió psicología y en la entrevista también confesó su nueva pasión por el periodismo deportivo, ya que realizó comentarios para TV en los Juegos Olímpicos de Japón. Las siguientes fueron las preguntas de la audiencia:
• Halterofilia dio una nueva medalla en estos Juegos Olímpicos para México. ¿Vamos por el buen camino? ¿Cómo ves a las nuevas generaciones de halteristas?
“Sí. Soraya (Jiménez) ganó la primera medalla en el 2000 (primer oro olímpico para una atleta mexicana); en el 2008 llegó la segunda medalla (con Damaris Aguirre); también en 2012 con mi medalla y ahora, en este 2021, es la cuarta medalla en mujeres (con Aremi Fuentes). Vamos bien, sobre todo en mujeres. Hay que nivelar, porque en los hombres hay un rezago. Pero todo depende de los procesos de selección y cómo se llevan a cabo ese tipo de procesos y todo el trabajo que se tiene que hacer. Por ejemplo, hay países como Colombia, Perú, República Dominicana, Ecuador, que están obteniendo mayores resultados porque tienen unos estrategas muy inteligentes, muy sabios, que han sabido llevar ese deporte. Entonces, necesitamos hacer un cambio radical también aquí”.
• ¿Cuánto te costó llegar a los Juegos Olímpicos?
“Por supuesto que se batalló bastante para llegar a los primeros Juegos Olímpicos (en 2008), a los segundos también. Me quedé amargamente a llorar en 2004. Estuve muchos años en el ya merito, porque para entrar a CIMA (Compromiso Integral de México con sus Atletas, organismo federal) te pedían octavo lugar y estaba por ejemplo en séptimo lugar en arranque y noveno lugar en envión y por ese noveno lugar me decían ‘no, un poco más, otro año más y otro año más’. Entonces, el ya merito duró más de 6, 7 años y en ese entonces yo tenía que pagarme psicólogo, suplementos, no viajes pero sí equipo para poder entrenar, para poder dar ese salto que necesitaba hasta que llegó el doctor Lalu (Corolian) que puso más tecnología en mí, que me apostó, porque realmente fue el que me enseñó a trabajar con lactato. A veces yo tenía ganas de hacer un máximo y me decía ‘no, porque tu lactato está muy alto, ahora no’. Y luego cuando me sentía muy cansada me decía ‘ahorita vas a meter máximo’, ‘no que me voy a lesionar’, ‘no, ahorita estás bien de lactato, el corazón está bien, vas con todo’. Y así fue como mejoré. A partir de ahí ya quedé en cuarto lugar mundial y desde entonces pude entrar a CIMA. Pero el lapso del ya merito, que estás a un paso de entrar al octavo lugar mundial, es muy tedioso. Aunque estés muy dedicado, aunque estés muy entregado al deporte, no te desvelas, no tomas, no fumas, no haces nada fuera de lugar, es muy pesado y creo que los gestores deportivos deberían ver este salto porque ahí es donde se retira mucha gente, en el ya merito, y no llega el apoyo jamás. También tuve la desdicha de que casi nunca mis entrenadores me llevaron a competencias importantes ni a Juegos Olímpicos. Al contrario, mandaron a la banca a mi entrenador que me llevaba a Londres y me pusieron un entrenador nuevo. O te cambian los entrenamientos a menos de un mes de un Juego Olímpico, parte toda la preparación que llevas y es muy desagradable. Entonces, todo ese tipo de cuestiones políticas que se viven dentro de una Federación, el hostigamiento que hay y toda la burocracia que existe, es muy densa. Me imagino que en las nuevas generaciones ya van a ser avisadas de lo que puede pasar y las posibles consecuencias, para que no sufran este tipo de carencias y de tratos”.
• En Seúl ‘88 se dio el primer caso de doping en Juegos Olímpicos con Ben Johnson en los 100 metros planos, a quien se le quitó la medalla de oro y pasó a primer lugar Carl Lewis. En algún momento, Lewis mencionó que hubiera sido mejor haber derrotado a Johnson en la pista. A ti, la medalla se te entregó de una manera parecida. ¿Sientes que la oponente que hizo trampa te quitó el placer de recibir la medalla en el podio?
“Yo sentí que me arrebataron, me robaron el momento de poder estar en un podio. Es por eso que festejé tanto la medalla de Aremi (Fuentes), porque ella sí tuvo la oportunidad de estar en el podio. Que una medalla olímpica te llegue por correo a que la recibas en tiempo y forma es totalmente diferente. Incluso me preguntaban: ¿tú cambiarías el no tener público, estar aislada y recibir tu medalla en un pódium a recibirla por correo? Pero mil veces; lo preferiría mil veces, pese a todo lo que está pasando con la pandemia, recibirla en un pódium olímpico a que sea enviada por correo”.
• ¿Sigues levantando pesas? ¿Cómo combinas la profesión y la maternidad?
“Acabo de ser mamá hace un año y medio y entreno solamente por hobby, para mantenerme en buena forma deportiva, pero ya no entreno para alto rendimiento, ya no entreno 8 o 12 horas al día. Ya no es tan difícil. Comencé a estudiar nutrición en la Universidad de Arizona y después de estos Juegos Olímpicos estoy pensando seriamente en cambiarme a periodismo deportivo”.
• ¿Por qué periodismo deportivo?
“Últimamente tuve la oportunidad de narrar los Juegos Olímpicos para Claro Sports. No sabía, estaba nerviosa, sudé más las manos que cuando entrenaba, pero finalmente me di cuenta que estando enfrente de un micrófono no me para el pico y para cada levantador tenía una anécdota, tenía algo que decir, porque los conozco a casi todos o cómo se lleva a cabo la competencia, y la respuesta del público fue muy favorable. Realmente estoy sorprendida. Estoy pensando seriamente en especializarme en esto, porque me gustó muchísimo. Trabajaba de 12 a 2 y de 4 a 6 de la mañana. Ando muy desvelada, pero extraño todo eso. Ojalá tenga la oportunidad de ir a Juegos Centroamericanos, Juegos Panamericanos y Mundiales para entrevistar de primera mano a los atletas y narrar con más detalle París 2024 (Juegos Olímpicos)”.
• ¿Vives en Arizona? ¿No has pensado en dedicarte a la política?
“Vivo en Phoenix. Realmente no he pensado en dedicarme a la política. En este momento sí me gustaría seguir en la línea del deporte, pero estoy abierta a las posibilidades y no me niego absolutamente a nada”.
• ¿Ejerces la psicología?
“Nunca he ejercido la psicología, desafortunadamente”.
• ¿Cómo cuidabas tu salud mental en estas competencias tan demandantes?
“Parte del cuidado mental tiene mucho que ver con el físico. El no dejar de hacer actividad física, el tratar de mantenerte lo más… no te puedo decir lo más tranquila o relajada posible porque no te diría nada, pero sí tratar de encontrar técnicas de oración o de meditación, técnicas que nos ayuden a poder mantener controlados los niveles de serotonina, dopamina, noradrenalina, es lo mejor que podemos hacer. Aunado a una dieta saludable. Se escucha muy trillado, pero finalmente somos un todo. Y si nos descuidamos en un área o en otra, se nota inmediatamente en la salud mental, que es algo valiosísimo, que ha estado muy subestimado y que no lo tomamos en cuenta para nada”.
• ¿Crees que la falta de infraestructura en México para la preparación de los atletas es el principal problema por el cual no se ganan más medallas o a qué atribuyes la falta de medallas?
“Con lo referente a la infraestructura, sí existe, pero no les pagan a los entrenadores y no hay un seguimiento que permita desarrollar al máximo el deporte mexicano. Los patrocinadores que existen siempre son los padres, que son los que nos pagan los primeros viajes, los primeros suplementos, los que están al pendiente de nosotros como atletas, porque desafortunadamente en la gestión deportiva, tanto de ligas estatales, municipales o regionales, no dan ese apoyo para impulsar a los atletas a que sigan adelante. Aunado a que las secundarias o las preparatorias no tienen programas de pesas, de lucha, que puedan detectar alumnos. Así, solamente quienes tienen recursos (pueden acceder). Sus papás hacen vendimias de hamburguesas o de lo que sea para sacar para competencias. Así es como se da el deporte en México”.
• Ana Gabriela Guevara (medallista olímpica en Atenas 2004) sufrió mucho como atleta por no tener apoyos y ahora está como directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE). ¿Cuáles son las expectativas?
“Tenemos muchas expectativas en ella por el hecho de que pasó por todo lo que un atleta pasa: dormir en aeropuertos, que no lleguen las becas a tiempo, no tener acceso a muchas cosas, y fue escalando. Entonces supimos que ella venía de donde la mayoría de los atletas venimos y a la hora de que ya está en un puesto como el que tiene ahora, resulta que no, te estrellas contra la pared. Entonces, eso es muy desagradable y decepcionante”.
• Siempre se habla de que los recursos para los atletas en México no llegan y que los problemas derivan de la burocracia del Estado. Desde fuera, ¿ves que esto cambió con Guevara en la dirección de la CONADE o siguió igual?
“Desafortunadamente no, es peor. Debido a que no hay una continuidad en el deporte y ahora cuando los atletas tratan de ir con Guevara para pedir auxilio, literal, ella los manda con las Federaciones y todos sabemos que la mayoría de los problemas en México son debido a las Federaciones. Entonces, los atletas que estamos somos a pesar de los federativos. Desafortunadamente, por ejemplo, el caso de Aremi (Fuentes, medallista de bronce en halterofilia en los recientes Juegos Olímpicos) no fue con su entrenador, hay directivos que fungen como entrenadores solo por protagonismo y no le dan la oportunidad al entrenador que es quien la conoce, conoce los detalles. Entonces más que nada eso es lo que está mermando el deporte en México, desafortunadamente”.
• Si estuvieras en el control de la CONADE, ¿qué es lo primero que cambiarías?
“Trataría de adoptar un trabajo en equipo, en conjunto. Legislar un programa de aquí al 2028 o 2032, que se pueda cumplir y que se trabaje en equipo para dar un seguimiento, porque debido a la falta de seguimiento no se han podido concretar mayores medallas. Hay muchos elefantes blancos y no les pagan en las ligas a los entrenadores, desde el municipio, vienen desde mero abajo. Entonces, queremos resultados diferentes con los mismos métodos, lo cual no se va a dar, y eso de que esperemos de que llegue un rey, un héroe o heroína a salvar el deporte, es imposible. Es un trabajo en equipo, como todo, multidisciplinario, y que estén al pendiente de toda la logística y de toda la gestión deportiva para poder llevarse a cabo. No existen fórmulas mágicas, pero sí existen los programas a desarrollar y a darles seguimiento a largo plazo para que se den los resultados”.
• En 2020, entre todas las lamentables muertes por Covid, en Sonora le tocó a un exatleta, el ex judoca Claudio Zupo (medallista panamericano, fallecido a los 35 años), que siempre fue muy crítico del sistema y abogaba por nuevos talentos, pero al final falleció casi en la miseria. Ello le costó el puesto a Genaro Enríquez en la Comisión del Deporte del Estado de Sonora (CODESON). Ya que viviste también las carencias y sacrificios como atleta, ¿por qué crees que los Estados y a nivel federal no se cuida a quienes representaron al país y no se les da la oportunidad de aportar sus experiencias y conocimientos?
“Desafortunadamente, cuando sucedió lo de Claudio Zupo fue muy conocido porque se lanzó un video antes de fallecer. También cabe destacar, aunque no es una justificación, que su sobrepeso y su estado de salud no eran muy favorables y obviamente el Covid se lo llevó, desafortunadamente. Es verdad que hasta el puesto le costó a Genaro, buen amigo mío, que en sí no tenía la culpa de lo que estaba pasando y sin embargo dijo ‘sabes qué, me retiro de aquí, mucho éxito a los nuevos dirigentes’ y se tuvo que despedir. Fue muy desagradable, sobre todo por las condiciones en las que lo tenían, en que le pagaban menos de 5 mil pesos mensuales. Y fue muy expuesto. No solamente él: hay muchísimos entrenadores que incluso tienen atletas perfilados para Juegos Olímpicos y les pagan menos de 3 mil pesos. Es una burla eso. Es algo que a lo mejor se debe legislar en Sonora para que podamos desarrollar todo el talento, porque sobra material humano pero las condiciones, tanto para los entrenadores como para los atletas, están muy paupérrimas. Nadie sobrevive con un sueldo menor de 5 mil pesos y quieren que saquen medallistas olímpicos con esos apoyos. Quieren seguir trabajando con el mismo sistema y obtener diferentes resultados. Sobre todo, a la hora de criticar: ‘que hay muchos cuartos lugares’, ‘que no hay medallas’, ‘que no esto’, ‘que no lo otro’. Pero no saben lo que hay detrás de eso, que realmente la gente que está ahí lo hace por amor al arte, porque los sueldos… Es ridículo lo que existe”.
• En Sonora de escucha que Erubiel Durazo (jugador de béisbol, sonorense) va a tomar las riendas del deporte en la nueva administración. ¿Qué opinas?
“Es la primera vez que veo esto y me da gusto porque Erubiel Durazo es un tipazo, es muy sencillo, un gran atleta y lo sigue mucho la gente porque tiene ángel. Esperemos que sea el elegido y sobre todo esperemos ver si forma un buen equipo de trabajo para impulsar el deporte en Sonora, porque Sonora puede aportar mucho más material humano a los Juegos Olímpicos, a ligas mayores, a deportes profesionales, pero necesitamos de personas que realmente amen y se apasionen, que sobre todo tengan el conocimiento administrativo para poder llevar a cabo esos grandes sueños. Ojalá lo dejen trabajar y le permitan impulsar el deporte echando mano de la iniciativa privada, para tener el mejor de los apoyos”.
• Mirando las Olimpíadas de Tokio, observo que algunos mexicanos van bajando la guardia, les falta más preparación física y psicológica, porque cuando se enfrentan a países más poderosos es como que se hacen chiquitos. ¿Estás de acuerdo?
“No es que los mexicanos se hagan chiquitos a un lado de las potencias. Por ejemplo, en el caso específico de las pesas son tan superiores, llevan más de 50 kilos entre el primer lugar y el segundo. O sea, no es precisamente eso. Y en la cuestión psicológica, sí puedes tener razón. Muchas veces nos preparan muscularmente, pero mentalmente tenemos un rezago muy grande, que se necesita ser cubierto. Tenemos que aprender a vivir en crisis, es el primer factor. Entonces, el saber optimizar los recursos que tienes para hacer que las cosas sucedan lleva un trabajo psicológico muy arduo que se tiene que abordar, se tiene que llevar a cabo. Pero desafortunadamente en México nadie considera al psicólogo; es más, ni siquiera en los programas les pagan a los psicólogos. Si a los entrenadores les pagan menos de 5 mil pesos, ¿tú crees que les van a pagar a un psicólogo? Entonces, esa parte no está muy cubierta que digamos, pero sí se tiene que abordar”.
• ¿Qué opinas de lo que hicieron en estos Juegos Olímpicos jugadoras de la Selección mexicana de softbol al tirar a la basura sus uniformes luego de finalizar la competencia?
“Respecto a los uniformes, a lo que pasó con el equipo de soccer femenil, para poder recibir un uniforme olímpico tardé más de 16 años y cuando la gente me pedía una playera, lo que fuera, le decía ‘no, porque como no te costó a ti, va a terminar siendo trapo para lavar un auto’. Y luego empecé a ver memes que decían ‘uy, los mexicanos no tiramos ni siquiera los vasos de Mole Doña María, mucho menos un uniforme olímpico’. No sé a qué se debe ese desprendimiento. Había factores a favor y en contra, pero es como un desaire, desafortunadamente. Yo sé que estas muchachas tienen fundaciones en México para ayudar al soccer, para ayudar a la gente, pero en sí no tienen tanto apego a ese tipo de uniformes que yo dije que es como un laboro patrio. Finalmente son los colores de la Nación y el símbolo nacional. Pues entonces, desafortunadamente las destrozaron, se las acabaron y yo sé que fueron una o dos personas y por esas una o dos personas la llevaron todas”.
• ¿Qué impacto va a tener de ahora en adelante la atención de la salud mental de los atletas tras el caso Simone Biles (gimnasta estadounidense que renunció a algunas competiciones por no sentirse emocionalmente preparada)?
“El caso de salud mental siempre había sido como un tabú, como que si fuera de gente loca. Pero gracias a esta gimnasta de Estados Unidos, se está poniendo atención a ese caso. Yo narré en dos ocasiones que había dos pesistas que eran gimnastas y que les detectaron bipolaridad o esquizofrenia y que para poder controlar su enfermedad tuvieron que hacer cambios al levantamiento de pesas, porque el levantamiento de pesas te ayuda a controlar ese tipo de niveles. Exactamente no sé por qué o a qué se deba, no me he puesto a investigar científicamente a qué se debe, pero ya es mucho más abierto. Es un hecho, casi la mayoría de las personas tenemos alguna disfuncionalidad mental y la escondemos. Pero es real, no somos máquinas, somos humanos y necesitamos apoyo, ayuda, y que sobre todo se nos tome en cuenta como lo que somos, como humanos, para poder desarrollar mejores tratamientos que nos ayuden en este tipo de enfermedades mentales”.
• ¿Qué opinas de Simone Biles?
“Simone es una valiente al expresar lo que le pasa: ‘tengo a todo Estados Unidos y al mundo encima y no saben lo que viví, a mí me tocó presenciar que violaron a mis compañeras de equipo, yo fui abandonada por mis padres, fui adoptada, tengo varios problemas mentales y necesito ayuda’. Y es de sabios pedir ayuda. Mucha gente, por vergüenza o por lo que sea, no pide ayuda o te hacen ver como si eres débil, pero no. Es algo que está latente, que está ahí, que todo mundo pasamos por eso y es de sabios pedir ayuda. Es una valiente. Es una fregona”.
• ¿Qué opinas de la participación, en Tokio, de atletas transgénero como el que vimos de Nueva Zelanda gracias a las reglas del COI (Comité Olímpico Internacional) en tu especialidad?
“Con respecto a Laurel (Hubbard), la primera mujer transgénero, sé que todo mundo la está atacando. Considero que no es justo porque si se abre otra modalidad en cuestión de transgénero, estaría parejo, pero que nos manden atletas transgénero a las mujeres es, pues, injusto. Pero como lo dije: no lo dudo de que en ocasiones anteriores haya habido mujeres transgénero que no lo dijeron y que compitieron con mujeres y ella se expuso al mundo y lo hizo de manera leal, de manera honesta. No se le dieron las condiciones, aunque tuviera 30 por ciento más de testosterona. Como decían, no dejas de ser hombre, aunque te estés inyectando. Ella se expuso al mundo, ella dejó de competir en el 2001 para después volver y ahora a sus 43 años no se veía en forma, honestamente estaba pesada. Como te digo, no puedo juzgar, no puedo hablar. Sí lo siento injusto. Pero son nuevas reglas del COI”.
• ¿Los atletas transgénero no tienen más fuerza en caso de competir con mujeres?
“Científicamente, no lo sé; sin embargo, las marcas siguen superiores que las de las otras atletas o al menos en el top 3”.