Trabajo tóxico: ¡libérate ya!
Terminar una relación laboral puede ser difícil, más cuando nos llega la ansiedad que nos provoca la necesidad, pero un ambiente viciado puede ser muy dañino para tu presente y tu futuro.
Hola, buenos días, ¡feliz lunes! ¿Cómo estás? ¿Te costó mucho levantarte hoy para ir a trabajar? ¿Amaneciste sin ganas, sintiendo que es un lunes muy lunes? ¿Sientes que tus compañeros de trabajo te chupan la energía o que prefieres sacarle la vuelta a los problemas para evitar dramas? Te entiendo. Por algunos años lo viví y fue agotador. Di el salto justo a tiempo y luego con un empujón me obligaron a volar y ¡créeme que hay vida después de un trabajo tóxico! Aunque por el momento no lo parezca.
Lo primero es la aceptación: Si tienes un buen trabajo, ganas bien y cuentas con un salario estable, es posible que te cueste más reconocer que quizá el ambiente en el que trabajas es tóxico. También nos toma tiempo entender que a veces somos parte del problema. Pero cuando la situación es insostenible, cuando le has perdido la magia y te estás acabando por cumplir con tu chamba, detente y piensa ¿cuánta vida me está costando mi sueldo?
Hablamos de esto en La Hora del Cafecito en WhastApp e invitamos a un experto mexicano que nos ayuda a entender más cómo identificar ese trabajo tóxico, cómo sobrevivirlo y, en caso de ser necesario, cómo cambiar de aires. Pásale a leer la recopilación que nos hizo Gustavo Guirado.
Te mando un apapacho,
Maritza L. Félix
Fundadora y directora de Conecta Arizona
“Para poder trabajar en ambientes tóxicos, debemos hacer autoconciencia sobre lo que nos afecta”
Por Gustavo Guirado
¿Qué es un ambiente laboral tóxico y cómo reconocerlo? ¿Cómo debe ser la comunicación en una compañía? A fin de favorecer un intercambio productivo con empleados y colegas, ¿cómo debe ser el liderazgo en una organización? ¿Cuáles son las diferencias con la comunicación virtual, que creció a partir de la pandemia, y cuáles son sus efectos en la vida laboral y en el plano personal?
Todas estas preguntas fueron respondidas por Alberto Bernal Maldonado, experto en comunicación organizacional, a la audiencia de Conecta Arizona durante una entrevista en La Hora del Cafecito en WhatsApp para hablar específicamente de los ambientes tóxicos de trabajo, en una conversación que se extendió hacia conceptos relacionados con la comunicación y el liderazgo organizacional.
Maestro en comunicación pública, Bernal Maldonado es catedrático en la Universidad de Sonora, México, donde imparte el módulo Relaciones Públicas en la Diplomatura en Comunicación Organizacional y Relaciones Públicas. Como experto respondió a la audiencia las siguientes preguntas, en un diálogo moderado por Maritza L. Félix, fundadora y directora de Conecta Arizona:
• El otro día hablábamos de los ambientes tóxicos de trabajo y cómo identificar el momento en el que es mejor decir adiós. ¿Cómo podemos identificar un ambiente laboral tóxico?
“Es un tema tan interesante y sobre todo en donde se generan un sinfín de áreas de oportunidad para los que trabajamos como asesores e intervenimos en organizaciones para su mejora, ahora desde la docencia universitaria. Esa pregunta es difícil contestar... Resulta interesante cuando hay apertura de las personas para aceptar una crítica, porque no dejamos de lado la parte humana de vivir a la defensiva. El decir adiós es una situación muy complicada de definir, porque por desgracia el estado de ánimo de las personas que pasan por situaciones como el estrés laboral, el mobbing o acoso laboral, así como la falta de un liderazgo participativo, pueden llevar a estados de ánimo que obligan al empleado a salir huyendo de lugares tóxicos, aun cuando hace todo lo posible por estar ahí porque le gusta su trabajo. Para poder trabajar en ambientes hostiles o tóxicos, debemos hacer autoconciencia sobre lo que afecta a nuestro entorno el estar así. Debemos aprender a generar elementos de autorregulación para poder controlarnos, perseverar, prepararnos y saber que somos parte de un equipo, sin individualidades. En vez de pensar que uno está equivocado, mejor debemos pensar en que el líder tiene problemas personales o laborales, que no puede con ellos y que eso lo lleva a actuar de esa forma”.
• ¿Cómo saber cuándo uno es el tóxico en el trabajo?
“Lo importante es poder realizar un diagnóstico desde los Grupos T de la compañía u organización para determinar los estados conductuales de los que integran los departamentos: esa es la forma en la cual podríamos detectar personalidades tóxicas. Pero, de entrada, es muy difícil aceptarse como tal. Los Grupos T son grupos de trabajo, grupos de personas que, por su perfil, responsabilidades y actividades, realizan un trabajo con objetivos comunes”.
• ¿Qué es lo que más afecta la comunicación en una compañía?
“Creo que, como comunicólogo, la comunicación es como un efecto de la educación. No existe mala educación, sino aplicación de procesos educativos, procesos educativos aplicados de forma incorrecta. Igual pasa con la comunicación: existe un proceso comunicativo que dejamos de lado para realizar una comunicación que creemos es buena y por desgracia no seguimos los elementos básicos de ese proceso. ¿Cuál es el efecto de mi mensaje? George Bernard Shaw dice: ‘El mayor problema de la comunicación es la ilusión de que se ha producido’”.
• Qué buena frase: es tan fácil malinterpretar. ‘Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que tú quieres oír, lo que crees oír, lo que oyes, lo que quieres entender, lo que crees entender… hay 10 posibilidades de que haya problemas en la comunicación’: Edmond Wells. Por tu salud mental, no supongas.
“La comunicación empleada de acuerdo a su función como elemento de interacción humana, utilizando canales efectivos, radica es eso: saber cómo definir los mensajes que queremos hacer llegar. Si son mensajes de tarea (órdenes de trabajo o reglas del juego), mensajes de mantenimiento (la mayoría son para recordar alguna tarea no realizada o finalidad de la filosofía organizacional) o mensajes humanos (aquellos que van directamente a la cuestión de motivación, de reconocimiento y sobre todo de convivencia)”.
• Nos hacen más falta mensajes humanos en las organizaciones.
“Así es. Nos mecanizamos tanto que perdimos el sentido de sentir (tacto)”.
• ¿Hay alguna posibilidad de comunicarse efectivamente con un jefe narcisista? El otro día leí en una revista alemana que decía que básicamente nunca le ibas a ganar a un jefe narcisista, pero podrías controlar tus acciones.
“Sí, se llama comunicación asertiva. Pero, antes de eso, el líder debe reconocer su papel. En la actualidad se deben buscar líderes participativos, líderes revolucionarios y participativos”.
• ¿Hay palabras que deba evitar usar como supervisor para comunicarme con mi equipo? ¿Cómo se puede expresar, sin malas interpretaciones, injusticias salariales en un área de trabajo?
“En México, se ha normatizado sobre un grave padecimiento que es el estrés laboral. La norma es la N035, donde explícitamente se les dice a las organizaciones que deben generar ambientes laborales sanos. Se establecen los reglamentos de conducta para el desarrollo de estos elementos, que permiten formalizar de cierta forma las conductas laborales de respeto y de participación y desarrollo. No todo es rigidez. Para eso es de gran importancia trabajar sobre talleres de generación de Grupos de Trabajo, de trabajo en equipo, ejercicios de cómo enseñar a cumplir metas”.
• ¿Nos puedes hablar sobre la importancia de la estabilidad emocional para tomar decisiones en las empresas?
“Deben existir ambientes de participación. En las normas de gestión de calidad se les dice ‘Áreas de mejora’, por eso decíamos de poder construir esos ambientes sanos en las organizaciones. Como decimos por acá, ‘parecen sueños guajiros’, pero en realidad si consideramos la importancia de apertura, reconocimiento, autocrítica y generación de oportunidades creo que estaríamos por el buen camino. Por eso la importancia de no dejar de lado estas leyes o normas que han permitido poder avanzar en ello. Falta la del Servicio Civil de Carrera, que fue truncada precisamente por quienes la proclamaron al no poder cumplir con los requisitos que implicaba el puesto a desempeñar. Si hay orden se logran los objetivos”.
• Algo de lo que hablábamos el otro día es la comunicación virtual: cómo se va desvirtuando también al hacer falta el contacto personal, y se presta para malas interpretaciones.
“Así es. Es más fácil realizar declaraciones agresivas, euforias mal canalizadas a través de un mensaje de texto, de un tweet, que decirlo frente a frente”.
• ¿La pandemia afectó más los ambientes laborales o somos nosotros los que cambiamos más y toleramos menos?
“¡Afectó todos los ambientes! Desde el individual hasta el grupal, el sentido de pertenencia a un grupo como el sentido de cooperación en familia, el sentido de vivir en un estado de aislamiento ha provocado (todo esto). Se podría suponer, pero también se ha mencionado, que la distancia reduciría en gran medida las tensiones y fricciones laborales, pero en la práctica nos hemos dado cuenta que sucede todo lo contrario. Soy docente, pero estar dando clases en línea me ha provocado estar 24/7 (24 horas los 7 días de la semana) atendiendo a los alumnos, en horas que deberían ser dedicadas -de acuerdo a la Ley Federal de Trabajo- al descanso o esparcimiento”.
• Y qué importante es ese balance: durante la pandemia, al trabajar desde casa, desdibujamos los límites entre el trabajo y la vida personal. Hablamos en nuestro programa de liderazgo en medios que a veces uno se mete tanto en el trabajo que se le genera una visión túnel que le impide hacer un autoanálisis de su situación actual laboral y, por ende, de su plan de carrera para los próximos años. Y nos quedamos, entonces, atrapados en ambientes tóxicos.
“Es uno de tantos efectos provocados, como un liderazgo negativo como el que mencionas, la falta de coordinación de roles en las organizaciones o en los trabajos, la sobrecarga laboral, aunado a los compañeros/as tóxicos/as, una sustancial falta de compromiso no alentado por ese líder, que provoca el deseo de huir, dejar la empresa o ausentarse con cualquier pretexto, sin motivaciones. Los horarios exhaustivos, condicionados por la mala comunicación, provocan esta situación del quemado, burning out”.
• En Estados Unidos, por ejemplo, se están rompiendo récords de gente que renuncia a su trabajo; no la despidieron, se están yendo porque dicen que no aguantan más. Muchos argumentan un ambiente tóxico, virtual en la mayoría de los casos.
“Efectivamente. Se dice que, al trabajar a distancia, como dije anteriormente, tenemos más tiempo para hacer las cosas… (Pero terminamos trabajando) 24 horas en siete días que tiene la semana”.
• Dalai Lama dijo: “Deja ir a personas que solo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente”. Hay gente que sientes que te chupa la energía.
“Sí. Energía y tiempo. Y cuando le estás dando un consejo en buena onda, sientes que perdiste el tiempo, porque cree tener la razón. ¡Ves! ¡Ves! ¡Persona tóxica!”.